Franquicias ropa infantil – nuevos negocios con el triunfo garantizado

Hoy se conocen distintos comercios en el mercado que llaman la atención porque se ven prácticamente iguales. O tienen suficientes detalles comunes para que de un solo vistazo los identifiquemos, aunque jamás hubiéramos pasado por ese lugar antes. Generalmente, son una franquicia, que es un tipo de negocio novedoso, relacionado con las nuevas tecnologías de desarrollo de la informática, tales como las franquicias ropa infantil.

Respecto de ese género de actividad comercial tenemos dos opciones que pensar, la primera y más común es que sean sucursales del mismo propietario. Y la segunda es precisamente el tema que nos atañe. Una franquicia tiene como base un negocio o comercio que fue desarrollado en su totalidad con éxito y se estructuró de manera que represente un símbolo al mirarlo, algo que lo hace fácilmente identificable.

Luego se replica en otros lugares, vendiéndolo a personas atraídas por la idea, pero sin empezar desde el principio y con la ventaja de que ya ha sido probado. A esa persona se le transfieren los derechos a usar la marca, el aspecto externo e interno y la provisión de todo lo que necesita para que tenga una empresa propia sin verse obligado a recomenzar.

Quien desarrolla la franquicia establece los parámetros de funcionamiento garantizando el éxito del franquiciado. A este último se le da el apoyo que requiere para iniciar y permanecer y en algunos casos, lo único que tiene que proveer es el terreno donde construir el local.

Este modelo de interacción lucrativa provee todo a quien desea afiliarse con ella:

• Acondiciona el local para representar la marca
• Forma al comprador del nombre y a su personal en forma permanente; así cada uno sabe cómo funciona
• Los aspectos básicos de contabilidad, ventas y administración han sido previamente desarrollados
• Provee el material a procesar y vender
• Mantiene control de las actividades que se despliegan, a fin de garantizar el triunfo.

Entonces participar de una franquicia de ropa infantil, por ejemplo, suena como comprar la tienda existente, con el personal entrenado y bien dispuesto a trabajar para nosotros, pero además con un proveedor seguro de mercancías y productos, que siempre está pendiente de la operación. De modo que nosotros vemos como nuestra inversión se revaloriza.